La plata de la guerra?

La cruz pectoral medía aproximadamente doce centímetros. Estaba hecha de oro con incrustaciones de piedras amatistas ovaladas. ¿El valor?, incalculable. Fue la donación que hizo el obispo Jorge Kemerer en la gran colecta nacional por la guerra de Malvinas.
Corría abril de 1982. Soldados argentinos habían desembarcado en las islas y plantado la bandera nacional. El país se movilizaba detrás de la gran causa. Hubo colectas y donaciones por todos lados. Desde paquetes de yerba mate, metales, ladrillos, dinero en efectivo, hasta vehículos y propiedades. La colecta fue varias veces millonarias.

¿Qué pasó con esos fondos? ¿Se sabe realmente cuánto se recaudó? ¿Se los utilizó para gastos bélicos? Claramente a Malvinas no llegaron, según confirman testimonios de ex combatientes. ¿Están depositados en algún banco como sostiene una versión popular? ¿Alguien se los quedó? Estas son algunas de las preguntas que se tratan de contestar en el informe de tapa del diario de hoy. En Misiones está el listado de parte de las donaciones que recibió Defensa Civil y años después, ya en democracia, el intento de restituir a los verdaderos dueños las pocas cosas de valor que quedaban (páginas 4 a 10).
Sobre el destino final de la cruz pectoral de Kemerer no se sabe con certeza. Sin embargo hay una versión que carga con cierta simbología. El Obispo se habría enterado del paradero de su cruz a partir de un dato preciso que le dio una feligresa. Dicen que Kemerer la fue a buscar personalmente a la oficina de un funcionario militar de entonces en la sede del Gobierno provincial.

Roberto Maack
Jefe de Redacción
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