Nueva polémica con Londres por movimientos militares en Malvinas


Nueva polémica con Londres por movimientos militares en Malvinas(laprensa.com.ar) El gobierno británico calificó de "ejercicio de rutina" el ensayo de la fragata HMS Iron Duke, y respondió así al reclamo de la Cancillería, que tildó la maniobra de "una nueva provocación" y "una injustificada demostración de fuerza".                                                                                       El gobierno británico calificó de "ejercicio de rutina" el ensayo militar que cumplió en la zona de las Islas Malvinas la fragata HMS Iron Duke, y respondió así al reclamo de la Cancillería, que tildó la maniobra de "una nueva provocación" y "una injustificada demostración de fuerza".

Un vocero del Ministerio de Defensa del Reino Unido señaló anoche que "buques de la Armada Real realizan entrenamientos regulares en el uso de su sistema de armas" y minimizó la situación al explicar que la acción de la Iron Duke en el archipiélago en octubre pasado "fue parte de un ejercicio de rutina que había sido planeado con mucha antelación".

Ayer, la Cancillería entregó una nota de protesta a la embajada británica por los ejercicios militares de esa fragata, que "incluyó el disparo de 136 proyectiles" y la participación de "una compañía de infantería" y consideró las maniobras como una "nueva provocación" y "una injustificada demostración de fuerza".


En ese marco, el titular de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Guillermo Carmona (FPV- Mendoza), adelantó que pondrá a consideración la próxima semana del cuerpo un proyecto de Resolución de rechazo a la militarización del Atlántico Sur y de repudio por los recurrentes ejercicios militares que realiza el Reino Unido.

"Vamos a reiterar la posición de rechazo de los ejercicios militares que implican un agravamiento de la situación de militarización del Atlántico Sur, que para nosotros es una zona de paz", declarada por UNASUR y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), sostuvo Carmona.

La respuesta de Londres se conoció a última hora de ayer, horas después que el gobierno protestara formalmente ante la representación británica en Buenos Aires.

Desde la Casa Rosada, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich, fue hasta el momento la única voz oficial que se refirió al tema al insistir que el gobierno "rechaza enfáticamente" la realización de maniobras militares por parte del Reino Unido en proximidades de las Islas Malvinas, y ratifica su voluntad de discutir la soberanía de ese territorio por la "vía diplomática".

"Rechazamos enfáticamente maniobras militares porque entendemos que eso expresa un grado de militarización creciente, cuando objetivamente la Argentina siempre ha instado a cumplir a la otra parte con la resolución de las Naciones Unidas", expresó el ministro coordinador en su habitual informe.

Para Capitanich, las Malvinas deben "ser un ámbito y zona de paz", al tiempo que remarcó que "la vía diplomática es la preferente de reclamo, y eso es lo que ha hecho la Argentina, como hace sistemáticamente".

Ayer por la tarde, el Palacio San Martín informó en un comunicado que la Argentina "tuvo conocimiento que la fragata HMS Iron Duke participó de un ejercicio militar en la Bahía y el Brazo de San Carlos, que incluyó el disparo de 136 proyectiles, en lo que constituye una nueva provocación del Gobierno del Reino Unido mediante una pretendida demostración del poder de fuego del buque británico".

Agregó que "en el referido ejercicio intervino además una compañía de infantería británica que forma parte del despliegue militar permanente de ocupación ilegal del Reino Unido en las Islas Malvinas".

"La República Argentina rechaza en los términos más contundentes la realización de estas maniobras navales y militares en territorio argentino ilegítimamente ocupado por el Reino Unido, que constituyen una injustificada demostración de fuerza y un deliberado apartamiento de los llamamientos de las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas y de otros organismos internacionales", advirtió.

La Bahía de San Carlos es el sector en el cual, en 1982, desembarcaron las tropas británicas enviadas por la entonces primera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher, para marchar desde allí a Puerto Argentino.