Malvinas, entre usurpación y reclamos


Islas Malvinas
Islas Malvinas: Archipiélago de Sudamérica situado en el Océano Atlántico Sur, en la plataforma epicontinental llamada mar argentino. Según la Organización de las Naciones Unidas, es un territorio no autónomo administrado por el Reino Unido, cuya soberanía es reclamada por la República Argentina. La situación del archipiélago es examinada anualmente por el Comité de Descolonización desde 1965.
(cubahora.cu) El caso colonial de Malvinas es hoy el más prolongado en la historia y uno de los mayores considerando la dimensión territorial en disputa entre el Reino Unido, negado al diálogo, y Argentina que exige su soberanía.                                                                                                                             Desde el mismo momento de la usurpación el 3 de enero de 1833, las autoridades del naciente Estado de las Provincias Unidas del Río La Plata exigieron la devolución del territorio que dependía ya de Buenos Aires, recordó el historiador, escritor y funcionario gubernamental Marcelo Vernet.


Han sido 182 años de usurpación y reclamos, sostuvo Vernet quien es descendiente directo de Luis Vernet, el primer gobernador de las Islas Malvinas y quien estaba en el cargo en el momento de la invasión británica.


El funcionario de la Secretaría de Asuntos Relativos a las Malvinas, de la Cancillería, participó en un acto de recordación en el moderno Museo Malvinas, que inauguró la presidenta Cristina Fernández el pasado 10 de junio.

Intervinieron también el director de la institución Jorge Giles y el vicedirector y excombatiente de la Guerra de Malvinas Mario Volpe.

Si calculamos el área insular, más la zona marítima adyacente y la porción correspondiente de la Antártida, es casi la mitad de todo el actual territorio de Argentina, señaló Vernet quien rememoró que desde hace 50 años la ONU estableció el conflicto como un caso colonial.

Diferenció que Londres insiste en el problema como un conflicto de guerra, en tanto Buenos Aires promueve hoy una política de paz y diálogo, acorde con las resoluciones de la ONU, para hallar una solución.

El historiador alertó sobre el peligro de que Londres busca mantener el status quo en las islas y sopesa la posibilidad de convertir Malvinas en un Estado para lo cual alienta a la comunidad de colonos y utiliza la propaganda mediática, para así pretender legitimar la usurpación y reclamar para sí una porción de la Antártida.

Frenar y aislar diplomáticamente esa política anexionista es el objetivo que persigue el actual gobierno argentino, señaló Vernet.

También preocupante para América Latina y los países africanos de la costa atlántica es el creciente uso estratégico militar que hace Londres de la zona, así como la política de explotación de sus recursos en particular hidrocarburos que ha comenzado a impulsar.

A pesar de que la oposición por lo general no acompaña esa lucha por la soberanía -lamentó el diplomático-, el Gobierno ha logrado instalar el asunto Malvinas como una política de Estado.

Hay que seguir impulsando y consolidando esa línea no como parte de la política de un Gobierno en particular, sino como objetivo de país. Como parte de esos esfuerzos, a partir del domingo 4 todo el transporte público llevará la insignia de las Malvinas.

En esa dirección también se impulsa el proyecto científico Pampa Sur, destinado a hacer un mapa sobre las riquezas, flora, fauna y geología de la zona.

Este Museo es también parte de esa política de concientización, señaló por su parte Giles, quien sostuvo en el conversatorio que están obligados como argentinos a ejercitar la memoria, para no correr el riesgo de naturalizar la ocupación.

A una pregunta de Prensa Latina, Vernet comentó que Argentina ha logrado el respaldo de importantes foros regionales como la Celac, la Unasur, el Mercosur, el G-77 + China, el Brics y la Asociación de América Latina-África, pero considera que es necesario volver a instalar el problema de Malvinas en la Asamblea General de la ONU.

En ese sentido, recordó que Argentina dejó de reclamar en ese foro en la década de 1990 durante el Gobierno de Carlos Menem.

Instalar en la Asamblea General la causa de la soberanía argentina sobre las Malvinas sería la culminación de un proceso multilateral, lo que hay es que precisar el momento más oportuno para hacerlo, consideró.

Por el momento -insistió- hay que seguir denunciado la falsedad de la propaganda del Reino Unido de que en las islas no había nada antes de que la usurparan a cañonazos en 1833. Las evidencias históricas demuestran lo contrario.

También se debe contrarrestar -remarcó- el concepto militarista de Londres de que necesita defender a la comunidad isleña lo cual utiliza como pretexto para mantener la ocupación, pues jurídica, histórica y legalmente no le asiste la razón para estar en las Malvinas.