Malvinas: negativa histórica del Reino Unido

(http://diariolarepublica.com.ar/) Recientemente se reunió la Asamblea General de las Naciones Unidas. El foro internacional contó con la presencia de jefes de Estado y funcionarios de los países que conforman la comunidad mundial.
Estuvo el presidente de la Nación,  Mauricio Macri, quien en su discurso manifestó que la soberanía de las islas Malvinas no se negocia. Sin dudas, Malvinas es política de Estado.

Protagonismo de la ONU

La década del 60 comprendió una etapa importante en lo referente al posicionamiento del Reino Unido y la Argentina y una activa participación del foro de las Naciones Unidas en la cuestión Malvinas.
La resolución 1514 del 14 de diciembre de 1960 se inspiró en el propósito de poner fin al colonialismo en todas partes y en todas sus formas, en una de las cuales se encuadra el caso de las islas Malvinas.
Posteriormente, la resolución 2065 del 16 de diciembre de 1965 toma nota de la “existencia de una disputa entre los Gobiernos de la Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte acerca de la soberanía de las islas e invita a ambas partes a proseguir sin demoras las negociaciones a fin de encontrar una solución pacífica al problema, teniendo debidamente en cuenta las disposiciones y objetivos de la Carta de las Naciones Unidas y de la resolución 1514, así como los intereses de la población  de las Islas”.


Importancia

En base a esta resolución –recordemos– se iniciaron negociaciones llegando a un compromiso  de transferir las Islas por parte del gobierno inglés a la soberanía argentina.
Las reacciones de la población de las islas (por entonces kelpers) y una campaña publicitaria en contra del acuerdo inhibieron el éxito de las gestiones. No obstante, el Reino Unido insistió  diplomáticamente para desarrollar un intercambio en las comunicaciones.
Además, se firmaron convenios en materia de salud, educación y se incrementaron los vínculos comerciales. La resolución 2065/65 constituyó la base formal para iniciar negociaciones sobre la discusión de la soberanía de Malvinas entre ambos gobiernos. Etapa que se inició en 1966 y la Argentina consideraba la restitución de las islas ofreciendo la mejor disposición para reconocer las garantías y salvaguardias que aseguren los intereses de los pobladores de las islas, de acuerdo con los términos resolutivos de la resolución 2065.
De todos modos, la negativa partió de los pobladores isleños y fue promovida por la Falklands Islands Company cuyos intereses se verían afectados.
La posición de Nicanor Costa Méndez, ministro de Relaciones Exteriores de la Argentina,  consistió en informar que el Reino Unido debe reconocer como solución definitiva la soberanía argentina sobre las islas y restituirlas a la Argentina.

Actitud británica

A fines de 1968 Inglaterra acusaba al gobierno argentino expresando que “debido a la intransigencia no se podía llegar a ningún acuerdo”. El Foreign Office entendía que “la Argentina por su intransigencia a discutir el tema demoraba la firma de un acuerdo provisorio  encaminado a mejorar las relaciones entre el archipiélago y el vecino territorio continental argentino”. De esta posición solo quedó en el “borrador” la apertura de las comunicaciones. Cuyo contenido consistió en el establecimiento de servicios aéreos y marítimos entre las islas y el continente.

El acuerdo

-Argentina suministraba un documento (“Tarjeta blanca”) que garantizaría la libertad de movimiento de los residentes de las islas dentro del territorio nacional y serviría como único documento necesario para los argentinos que viajaran a Malvinas.
Y la conformación de una Comisión Consultiva entre ambos gobiernos para tratar cuestiones relativas al establecimiento y promoción de las comunicaciones en ambas direcciones.

Tensión en aumento

Entre 1973 y 1976 se produjeron una serie de acciones que evolucionaron hacia una tensión que incluyó un incidente que llevó a Gran Bretaña a llamar la atención del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Argentina rechazó una misión exploratoria británica y recibió el apoyo de organismos interamericanos, como también una aprobación de la Asamblea General (ONU).
En esta fase histórica, el tema Malvinas formó parte de la agenda oficial de foros hemisféricos y de Naciones Unidas.
En este sentido, la Argentina se caracterizó por la constancia y coherencia de su política, urgiendo por todos los medios la reivindicación de las islas.

Acciones ante la ONU

El 25 de mayo de 1973 asumió la presidencia de la Nación Héctor J. Cámpora y en su discurso apuntó a la recuperación de Malvinas.
Alberto J. Vignes, ministro de Relaciones Exteriores de la Argentina, en la Asamblea General de la ONU ( 3 de octubre de 1973 ) advirtió que el procedimiento de las negociaciones no puede prolongarse indefinidamente. Afirmaba la intención de recuperar las islas. Gran Bretaña insistió en la necesidad de consultar la voluntad de los isleños.

Resolución

Una nueva resolución de la Asamblea General de la ONU del 14 de diciembre de 1973 (Res.- 3160) reitera a proseguir sin demora las negociaciones establecidas en la anterior resolución 2065/65 y sostiene: (…)  “gravemente preocupados por el hecho que han transcurrido ocho años desde la adopción de la resolución 2065 sin que se hayan producido progresos sustanciales en las negociaciones, insta a las Partes a poner término a la situación colonial”.
Hubo propuestas británicas para firmar con nuestro país nuevos acuerdos de cooperación  económica pero la Argentina no aceptó la iniciativa.

Negativa británica

Gran Bretaña rechazó los términos de la resolución 3160 de la ONU del año 1973 y determinó que la cuestión de soberanía sobre las islas jamás será discutida.
Se produjeron otros incidentes que alejaron a las Partes de futuras negociaciones. Habían pasado 8 años desde la Resolución 2065 para debatir el tema soberanía y finalmente Inglaterra negó toda posibilidad  discusión y es una posición que se mantiene hasta el presente.

Insiste Naciones Unidas

En tanto, la resolución 31/49 del 1  de diciembre de 1976 pide a la Argentina y al Reino Unido  a que se abstengan de adoptar decisiones que entrañen la introducción de modificaciones unilaterales en la situación mientras las Islas sigan atravesando por el proceso recomendado en las resoluciones anteriores. (Res. 1514/60, 2065/65 y 3160/73 de la ONU).
En 1975 Inglaterra anunció que enviaría una misión especial encabezada por lord Shackleton para examinar los modos de fortalecer la economía de las islas.
El gobierno argentino manifestó que “encontrándose la cuestión de las islas Malvinas sometida a un procedimiento recomendado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en sus resoluciones 2065 y 3160, las partes en disputa deben abstenerse de innovar unilateralmente en aspectos fundamentales de la cuestión. La misión que se propone enviar Gran Bretaña no sería bienvenida ya que violaría el principio de no innovar al realizar investigaciones tendientes a evaluar la posibilidad de explorar económicamente recursos naturales de las islas y por ende  pertenecientes a la República Argentina. Es por lo tanto un acto inconsulto que esta Cancillería no quisiera interpretar como una actitud provocativa, porque ello implicaría que Gran Bretaña no acepta continuar normalmente la relación bilateral, hecho que puede tener consecuencias imprevisibles y seguramente graves, de las que sólo Gran Bretaña sería responsable”.
El 3 de enero de 1976, la misión Shackleton llegaba a Puerto Stanley. La tensión aumentó cuando el destructor ARA Almirante Storni abrió fuego sobre el buque Shackleton que se encontraba explorando en la plataforma continental.
Lo demás hechos son conocidos, incluyendo la guerra de 1982 y la política de Estado que es un principio inalterable de la República Argentina. Hay que tener presente que la entonces Ministra británica Margaret Thatcher junto al Parlamento otorgaron el estatus de “ingleses” a los pobladores (exkelpers) de las islas. Por lo tanto, desde 1983 son ingleses los que usurpan las islas.

Asumir la responsabilidad

Tomar conciencia de nuestra situación en el mundo, de respetar nuestros derechos y defenderlos,  son aspectos que hacen a la educación y a la cultura. Hay que despertar el interés sobre este tema. Asimismo no olvidar el homenaje a quienes han luchado en la guerra y el recuerdo de aquellos que ofrendaron sus vidas en pos de esta causa nacional y quedaron en territorio malvinense.
Temas que no podemos desconocer ni descartar en la educación en sus diferentes niveles.
Las Malvinas son argentinas y hacen a su integridad territorial.
Argentina tiene legitimidad, razón histórica, geográfica y política.
Gran Bretaña tiene la fuerza.