Malvinas y ex combatientes

diarioelargentino.com.ar
23/12/14 |Se debe entender que ex combatiente de Malvinas fue todo aquel personal de oficiales, suboficiales y soldados conscriptos de las Fuerzas Armadas y de Seguridad que participaron en las acciones bélicas llevadas a cabo en la jurisdicción del llamado Teatro de Operaciones Malvinas (TOM) y directamente en la jurisdicción del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS).
En ese sentido, es necesario “aclarar que el personal que sólo permaneció en el territorio continental durante la guerra de 1982, no estuvo ni en el TOM ni en el TOAS, y para la legislación no es Ex Combatiente de Malvinas; aunque haya sido movilizado y/o convocado al sur del paralelo 42”, sostienen los centros de ex combatientes.

No se necesita ninguna efemérides para recordar la legítima demanda de soberanía que expresa la República Argentina ni tampoco para tomar conciencia de la importancia de salir al encuentro de los ex combatientes. Malvinas es una cuestión de Estado.
Y por estas horas impregnadas de celebraciones por Navidad y Año Nuevo, sería también oportuno levantar los corazones para recordar a quienes dieron su vida por la Patria.
En cada pueblo del país se realizan generalmente para las fechas patrias diversos sentidos de homenajes a los caídos en la Guerra de 1982 y a los ex combatientes se los invita a ser parte de los desfiles oficiales. A propósito, sería interesante que alguna vez se los pueda ver desfilar a todos los ex combatientes entrerrianos juntos en un mismo acto, independientemente a qué localidad y fuerza armada hayan pertenecidos. Y por extensión, sería más que oportuno que alguna vez se los convoque a todos los ex combatientes a nivel nacional, independientemente de la provincia en que residan.
Según el Informe Rattenbach, en Malvinas murieron 654 argentinos, la mayoría soldados. La guerra duró 74 días de los cuales en 33 se registraron acciones de combate. Pero sus consecuencias colectivas todavía están lejos de superarse, si es que alguna vez se podrá superar el horror de haber participado en una guerra más allá de sus causas y resultados.
Hay que tomar conciencia de que en más de una oportunidad se mancilló el orgullo nacional al no darle el tratamiento adecuado a los ex combatientes. La memoria –ha sido siempre- es oportuna. Hay que recordar que primero se los ocultó frente a la sociedad, luego se les negó mínimas asistencias de salud integral, más tarde se levantaron obstáculos que impidieron su inserción laboral y finalmente hasta se hicieron figurar como ex combatientes a quienes no lo fueron y así hubo más beneficiarios de pensiones que la totalidad de soldados movilizados por Malvinas. Hoy los padrones están depurados, esto también hay que decirlo.

Se insiste en el concepto: a nivel local, Gualeguaychú honra a sus ex combatientes. Pero todavía falta un reconocimiento provincial y nacional para verlos a todos juntos en un mismo escenario patrio. Entre Ríos y el país merecen vivir junto a todos los ex combatientes un reconocimiento colectivo y unificador.