Les pide 630 pesos para iniciar el trámite ante la ANSeS. Las víctimas serían entre 600 y 800. Infobae se contactó con la estafadora a través de un falso perfil de Facebook.
"Para anotarse para los ex combatientes tenés que traer fotocopia de tu DNI y algún comprobante de lo que hiciste. Son 130 para anotarse y 500 pesos de la autorización". La voz que se escucha del otro lado es la de Patricia Melfi, una supuesta puntera política que desde hace por lo menos un año se dedica a ofrecer pensiones truchas a ex soldados movilizados durante la Guerra de Malvinas. Las víctimas serían entre 600 y 800. Infobae la contactó a través de un falso perfil de Facebook para ver cómo opera.
La ley argentina no reconoce como Veteranos de Guerra de Malvinas (VGM) a los soldados que permanecieron en el territorio continental, aunque se hayan movilizado al sur del paralelo 42, es decir, al Teatro de Operaciones Sur. Por ende, los deja afuera del derecho a una pensión vitalicia, por lo que mantienen desde hace tiempo un reclamo que incluye desde hace 8 años un acampe en Plaza de Mayo. Hace unos meses, los llamados "continentales" o "movilizados" protagonizaron una llamativa protesta, que consistió en la construcción de un refugio de material en la plaza que estuvo 13 horas en pie, hasta que la Justicia ordenó derribarlo. La pelea por el reconocimiento abrió una histórica grieta con los VGM, muchos de los cuales los llaman despectivamente los "casi voy". Sobre este grupo se focalizó Melfi.
Un grupo de ex soldados movilizados intentó construir un refugio de material en plena Plaza de Mayo.
Cuando Infobae se enteró de que una puntera política de Merlo estaba ofreciendo pensiones a ex soldados, la pregunta que quedaba en el aire es si había algún tipo de maniobra sucia en la ANSeS o si se trataba de una estafa.
El primer punto fue comunicarse con la Secretaría de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, donde negaron la existencia de algún tipo de pensión para los "movilizados". Lo mismo dijeron en el Centro Ex Combatientes Islas Malvinas de La Plata. En la ANSeS, en cambio, insólitamente no supieron responder. "Estamos en medio de un cambio de gestión", fue la excusa para negar la información.
Entonces, Infobae creó un falso perfil de Facebook, que simulara ser el de un soldado movilizado, y desde ahí contactó a Melfi para pedirle que gestione una pensión.
La respuesta no se hizo esperar. Sin hacer preguntas, envió un mensaje de voz explicando qué datos adjuntar y cómo enviar el dinero. "Si vivís lejos, me lo mandás por OCA 24. Y si vivís cerca, yo vivo acá en Merlo", precisó. ¿La dirección? "Catamarca 837, entre Luis Agote y Médano, barrio Pompeya, Merlo, Buenos Aires. Código postal: 1722".
En el último contacto que tuvo Infobae con Melfi, la estafadora aclaró que "hay tiempo hasta el sábado" para enviar el dinero. Se refería al pasado 12 de diciembre, como si los beneficios previsionales tuvieran un plazo. Antes había dicho otra burrada: que sólo había 8 mil cupos. El colmo es que asegura que ella se encarga de presentar los papeles en la ANSeS y pide una carta de autorización a su nombre y con su DNI 28.860.479, pero en la agencia previsional los trámites son personales.
Lo que más llama la atención es la impunidad con la que se maneja. Su usuario de Facebook tiene fotos públicas de su familia, incluidas varias de su bebé. Además, brinda una dirección precisa a donde enviar o llevar personalmente el dinero. Uno de los ex soldados que se acercó al lugar contó a Infobae que se trata de "un rancho lleno de gente y de motos". Una fuente de la zona reveló que "Melfi es una puntera política y trabajó activamente en la campaña de Daniel Scioli".
Según pudo reconstruir este medio, en su casa Melfi explica a los interesados que se acercan que trabaja en la ANSeS y que en octubre salió una ley que reconoce "a todos" como ex combatientes. Pero, en realidad, se refiere a un proyecto que sólo tiene media sanción, que no habla de pensiones sino de jubilaciones anticipadas y, lo más importante, que excluye a los movilizados. A otros, en cambio, les dijo que se trata de un decreto y les mostró un carnet, que decía que la ex presidente Cristina Kirchner iba a firmar antes de retirarse y que se usa para cobrar.
El carnet que supuestamente la ex presidente Cristina Kirchner iba a firmar antes de dejar el poder.
Una enfermera naval que participó de la guerra, pero no estuvo en las islas, fue una de las primeras en desconfiar de Melfi y le pidió una prueba. Le envió la foto que se publica a continuación, en la que se puede ver que el papel que portan sus protagonistas dice "jubilación" y no "pensión".
La foto fue enviada por Patricia Melfi como una prueba de la veracidad de las pensiones.
Hasta donde pudo corroborar este medio, la estafa comenzó hace por lo menos un año y fue recorriendo distintos puntos del país. Infobae no pudo constatar ningún caso en el que algún soldado continental o enfermera haya cobrado.
Un ejemplo paradigmático es el de la "Asociación todos juntos por Malvinas", de San Luis. Según pudo chequear Infobae, Melfi contactó a su presidente vía Facebook, repitió el verso y le pidió dinero. Les hizo creer que todo era legal. En total, fueron unos 80 ex soldados los que cayeron en la trampa. Buena parte de ellos no tiene trabajo. Cuando le preguntaron a la mujer por la demora en el cobro, contestó que el trámite había sido exitoso, que las pensiones estaban aprobadas. Pero nunca vieron un peso. Hasta que un día la mujer puso una fecha: "El 16 de diciembre, cobran", les aseguró. Mintió. El plazo venció y la plata nunca llegó a los ex soldados. Luego les dijo que les iba a mandar los papeles para gestionar una jubilación, pero lo dilató hasta el hartazgo. Los había estafado.
Otro dato que llama la atención tiene que ver con algunas enfermeras que le consultaron a la esposa del ex diputado Gastón Harispe –del Frente para la Victoria–, Marisa Marrón. Según le contaron a Infobae, les dijo que confíen, que había un proyecto que tenía media sanción. Es lo mismo que les dijo Melfi.
La duda, entonces, sigue abierta: ¿estafa al Estado o a los ex soldados? El otro interrogante tiene que ver con la falta de denuncias: ninguna de sus víctimas se atrevió a denunciarla públicamente. "Tienen vergüenza", le dijo a este medio una fuente que conoce el tema de primera. Lo único cierto es que nadie cobró hasta ahora. Y si lo hubiera hecho, no sería legal.