(elmalvinense.com.ar) VGM de Bahía Blnca y Punta Alta celebran el reflotamiento del destructor ARA “Santísima Trinidad”
El reflotamiento del destructor misilístico ARA “Santísima Trinidad”, navío de la Clase Tipo 42 con el que contó la Armada Argentina, es celebrado por los VGM de Bahía Blanca y Punta Alta.
El buque, ya radiado del servicio activo, comenzó a hundirse por falta de mantenimiento en la dársena de la Base Naval de Puerto Belgrano el 21 de enero del 2013.
El navío de casi cinco mil toneladas de desplazamiento, fue enderezado y ahora reflotado por el Servicio de Salvamento y Buceo de la Armada. Buzos, ingenieros navales y técnicos, estuvieron a cargo de las maniobras de resucitación del destructor, cuya época de gloria fue en la guerra de Malvinas, ya que, como nave insignia, desde su cubierta partieron los primeros marinos que desembarcaron en las islas.
Su último viaje fue en junio de 1989, cuando por el embargo británico posterior a la guerra, comenzó a ser desarmado paulatinamente para que su gemelo, el “Hércules”, pudiese seguir navegando y en el 2000, entró en receso temporario hasta que en 2004 se decidió que no volvería más a navegar.
Reflotarlo no resultó una tarea fácil. El casco se encuentra vaciado de sistemas y mecanismos; no hay máquinas de propulsión, ni auxiliares, ni mobiliario, tampoco cocinas ni camas, ni equipos electrónicos, muchos menos sistemas de armas; estaba ocupado por miles de toneladas de agua de mar. Apenas afloraba algo de su estructura ya que no se bahía hundido por completo porque reposaba en una zona de bajo calado, a unos cinco metros de profundidad.
Ahora la intención de la Armada, es la de convertir al destructor en un museo recordatorio de la Gesta por Malvinas, de la actuación de la Armada y testimonial del reclamo argentino por la soberanía.
El reflotamiento del destructor misilístico ARA “Santísima Trinidad”, navío de la Clase Tipo 42 con el que contó la Armada Argentina, es celebrado por los VGM de Bahía Blanca y Punta Alta.
El buque, ya radiado del servicio activo, comenzó a hundirse por falta de mantenimiento en la dársena de la Base Naval de Puerto Belgrano el 21 de enero del 2013.
El navío de casi cinco mil toneladas de desplazamiento, fue enderezado y ahora reflotado por el Servicio de Salvamento y Buceo de la Armada. Buzos, ingenieros navales y técnicos, estuvieron a cargo de las maniobras de resucitación del destructor, cuya época de gloria fue en la guerra de Malvinas, ya que, como nave insignia, desde su cubierta partieron los primeros marinos que desembarcaron en las islas.
Su último viaje fue en junio de 1989, cuando por el embargo británico posterior a la guerra, comenzó a ser desarmado paulatinamente para que su gemelo, el “Hércules”, pudiese seguir navegando y en el 2000, entró en receso temporario hasta que en 2004 se decidió que no volvería más a navegar.
Reflotarlo no resultó una tarea fácil. El casco se encuentra vaciado de sistemas y mecanismos; no hay máquinas de propulsión, ni auxiliares, ni mobiliario, tampoco cocinas ni camas, ni equipos electrónicos, muchos menos sistemas de armas; estaba ocupado por miles de toneladas de agua de mar. Apenas afloraba algo de su estructura ya que no se bahía hundido por completo porque reposaba en una zona de bajo calado, a unos cinco metros de profundidad.
Ahora la intención de la Armada, es la de convertir al destructor en un museo recordatorio de la Gesta por Malvinas, de la actuación de la Armada y testimonial del reclamo argentino por la soberanía.