El 2 de enero de 1833 entra la corbeta británica Cleo en Puerto Soledad. Fuerzas piratas ocupan nuestras islas Malvinas, desalojando por la fuerza a sus pobladores y a las autoridades argentinas establecidas legítimamente.
El 3 de enero, sin declaración de guerra, John Oslow se apodera de las islas en nombre de Su Majestad Británica. José María Pinedo, al mando de la goleta Sarandí, no pudo resistir con sus escasas fuerzas el apoderamiento de las islas.
Ese acto de fuerza se protestó inmediatamente y nunca fue consentido por la República Argentina. Hasta la actualidad, la Argentina ha estado reclamando sus derechos de soberanía, heredados de España.
Ante la persistencia de la ocupación ilegítima, reafirmamos los imprescriptibles derechos de soberanía de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, que son parte integrante de su territorio nacional. La ocupación es una anacrónica situación colonial incompatible con la evolución del mundo moderno.
El Pueblo no olvida: Las Malvinas son argentinas y deben ser devueltas.
La Opinión Popular
El 2 de enero de 1833, son usurpadas las Islas Malvinas. El comandante Onslow, de la Corbeta Clío, tomó posesión de Puerto Soledad. El día 5, el pequeño buque argentino Sarandí, se retira hacia Buenos Aires. Mientras tanto, luego de haber arriado la bandera argentina de las islas, Onslow, iza la bandera inglesa. Carente de otras órdenes, el capitán inglés abandona Puerto Soledad, y deja en custodia de la bandera, al escocés Dickson.
La Cancillería argentina resaltó siempre su permanente y sincera disposición a reanudar el proceso negociador bilateral con el Reino Unido para hallar una solución definitiva a la disputa de soberanía y poner fin a una anacrónica situación colonial incompatible con la evolución del mundo moderno.
La Cláusula Transitoria Primera de la Constitución Nacional consagra el objetivo"permanente e irrenunciable de recuperar el ejercicio pleno de la soberanía sobre dichos territorios y espacios marítimos".
Este objetivo es una política de Estado y responde a un anhelo de todo pueblo argentino.
Si bien la Argentina y el Reino Unido concluyeron entendimientos bilaterales de carácter provisorio sobre cuestiones prácticas relacionadas con el Atlántico Sur, persiste la renuencia del Reino Unido a abordar la cuestión de la soberanía.
Persiste la reiterada realización de actos unilaterales británicos en relación con el área disputada que, violan el espíritu y la letra de los entendimientos y contrarían los llamamientos de las Naciones Unidas.
La Argentina considera incomprensible la negativa británica a abordar la cuestión de fondo para encontrar una solución pacífica y definitiva a la controversia de soberanía, conforme el mandato de la comunidad internacional.
La Opinión Popular
El 3 de enero, sin declaración de guerra, John Oslow se apodera de las islas en nombre de Su Majestad Británica. José María Pinedo, al mando de la goleta Sarandí, no pudo resistir con sus escasas fuerzas el apoderamiento de las islas.
Ese acto de fuerza se protestó inmediatamente y nunca fue consentido por la República Argentina. Hasta la actualidad, la Argentina ha estado reclamando sus derechos de soberanía, heredados de España.
Ante la persistencia de la ocupación ilegítima, reafirmamos los imprescriptibles derechos de soberanía de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, que son parte integrante de su territorio nacional. La ocupación es una anacrónica situación colonial incompatible con la evolución del mundo moderno.
El Pueblo no olvida: Las Malvinas son argentinas y deben ser devueltas.
La Opinión Popular
El 2 de enero de 1833, son usurpadas las Islas Malvinas. El comandante Onslow, de la Corbeta Clío, tomó posesión de Puerto Soledad. El día 5, el pequeño buque argentino Sarandí, se retira hacia Buenos Aires. Mientras tanto, luego de haber arriado la bandera argentina de las islas, Onslow, iza la bandera inglesa. Carente de otras órdenes, el capitán inglés abandona Puerto Soledad, y deja en custodia de la bandera, al escocés Dickson.
La Cancillería argentina resaltó siempre su permanente y sincera disposición a reanudar el proceso negociador bilateral con el Reino Unido para hallar una solución definitiva a la disputa de soberanía y poner fin a una anacrónica situación colonial incompatible con la evolución del mundo moderno.
La Cláusula Transitoria Primera de la Constitución Nacional consagra el objetivo"permanente e irrenunciable de recuperar el ejercicio pleno de la soberanía sobre dichos territorios y espacios marítimos".
Este objetivo es una política de Estado y responde a un anhelo de todo pueblo argentino.
Si bien la Argentina y el Reino Unido concluyeron entendimientos bilaterales de carácter provisorio sobre cuestiones prácticas relacionadas con el Atlántico Sur, persiste la renuencia del Reino Unido a abordar la cuestión de la soberanía.
Persiste la reiterada realización de actos unilaterales británicos en relación con el área disputada que, violan el espíritu y la letra de los entendimientos y contrarían los llamamientos de las Naciones Unidas.
La Argentina considera incomprensible la negativa británica a abordar la cuestión de fondo para encontrar una solución pacífica y definitiva a la controversia de soberanía, conforme el mandato de la comunidad internacional.
La Opinión Popular