A un año del comunicado conjunto que marcó el camino del deshielo de las relaciones bilaterales entre la Argentina y el Reino Unido, sólo se logró avanzar en uno de los tres objetivos que había fijado la declaración: la identificación de los soldados argentinos enterrados en Malvinas. Sin embargo, ambos gobiernos avanzaron intensamente en la sintonía política.
El comunicado -que excluyó el debate por la soberanía-, difundido por ambos países el año pasado luego de reuniones entre la entonces canciller Susana Malcorra y el vicecanciller británico de Asuntos Exteriores, Alan Duncan, contemplaba, entre otros tópicos, el restablecimiento de los vuelos comerciales desde y hacia las islas, la eliminación de las sanciones a la actividad económica y el avance de la misión humanitaria de la Cruz Roja para identificar a los soldados argentinos enterrados en el cementerio de Darwin. Sólo se materializó el último.
Los trabajos de exhumación, toma de muestras de ADN y sepultura encomendados al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) finalizaron hace pocos días en el territorio. La próxima etapa será el cotejo de las muestras con las brindadas por las familias de los soldados, y se espera que los resultados estén antes de fin de año.
Pese al acuerdo para identificar a los soldados, que por ambas partes es calificado como un hecho "histórico", aún no hubo avances en el resto del capítulo del comunicado dedicado al Atlántico Sur.
En cuanto a los vuelos, el escrito detalla que los gobiernos acordaron "que serían establecidas conexiones aéreas adicionales entre las islas Malvinas y terceros países", empezando por la incorporación de "dos escalas adicionales mensuales en territorio continental argentino". Sin embargo, la única conexión actual entre el continente y las islas es semanal, desde Puerto Argentino hasta Punta Arenas (Chile), y mensual, con Río Gallegos.
Por otro lado, las sanciones económicas a las islas todavía rigen pese a que el comunicado insta a "remover todos los obstáculos" que afectan el desarrollo económico del archipiélago. El levantamiento de las medidas instauradas durante el gobierno de Cristina Kirchner es un reclamo constante de los isleños.
sabe la tierra
Sin embargo, más allá de las Malvinas, el acercamiento bilateral es contundente. En el ámbito político, durante el último año hubo numerosos viajes de funcionarios de alto nivel desde y hacia la Argentina: el ministro de Economía británico, Philip Hammond, puso fin a un plazo de 15 años en los que no se registraron visitas de miembros del gabinete británico al país, y por parte de la Argentina hubo numerosas visitas ministeriales a Londres.
Asimismo hubo encuentros entre delegaciones legislativas, se firmaron convenios educativos y de cooperación científica, se anunciaron inversiones y el establecimiento de nuevos vuelos entre ambos países. El Reino Unido también apoyó la aspiración de la Argentina a convertirse en miembro permanente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y se estableció un canal de trabajo conjunto ante la organización de cumbres internacionales de peso, como la del G-20 y la OMC, que tendrán lugar en la Argentina.
El objetivo de fondo, explican en ambos gobiernos, es el desarrollo de una agenda de trabajo compartida. "El comunicado conjunto de hace un año constituye un marco integral para la construcción de una agenda bilateral positiva y duradera. Definió un camino para conducirnos hacia una relación moderna que sea relevante para ambas sociedades y que, en la práctica, aporte beneficios concretos a los ciudadanos de nuestros países", dijo a LA NACION el embajador británico en la Argentina, Mark Kent, quien destacó los "avances" y el "trabajo conjunto en la mayoría de las áreas contempladas en el comunicado".
En el Gobierno, por su parte, destacaron la voluntad de "extender" la relación bilateral, así como la "clara" vocación de soberanía.
El comunicado -que excluyó el debate por la soberanía-, difundido por ambos países el año pasado luego de reuniones entre la entonces canciller Susana Malcorra y el vicecanciller británico de Asuntos Exteriores, Alan Duncan, contemplaba, entre otros tópicos, el restablecimiento de los vuelos comerciales desde y hacia las islas, la eliminación de las sanciones a la actividad económica y el avance de la misión humanitaria de la Cruz Roja para identificar a los soldados argentinos enterrados en el cementerio de Darwin. Sólo se materializó el último.
Los trabajos de exhumación, toma de muestras de ADN y sepultura encomendados al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) finalizaron hace pocos días en el territorio. La próxima etapa será el cotejo de las muestras con las brindadas por las familias de los soldados, y se espera que los resultados estén antes de fin de año.
Pese al acuerdo para identificar a los soldados, que por ambas partes es calificado como un hecho "histórico", aún no hubo avances en el resto del capítulo del comunicado dedicado al Atlántico Sur.
En cuanto a los vuelos, el escrito detalla que los gobiernos acordaron "que serían establecidas conexiones aéreas adicionales entre las islas Malvinas y terceros países", empezando por la incorporación de "dos escalas adicionales mensuales en territorio continental argentino". Sin embargo, la única conexión actual entre el continente y las islas es semanal, desde Puerto Argentino hasta Punta Arenas (Chile), y mensual, con Río Gallegos.
Por otro lado, las sanciones económicas a las islas todavía rigen pese a que el comunicado insta a "remover todos los obstáculos" que afectan el desarrollo económico del archipiélago. El levantamiento de las medidas instauradas durante el gobierno de Cristina Kirchner es un reclamo constante de los isleños.
sabe la tierra
Sin embargo, más allá de las Malvinas, el acercamiento bilateral es contundente. En el ámbito político, durante el último año hubo numerosos viajes de funcionarios de alto nivel desde y hacia la Argentina: el ministro de Economía británico, Philip Hammond, puso fin a un plazo de 15 años en los que no se registraron visitas de miembros del gabinete británico al país, y por parte de la Argentina hubo numerosas visitas ministeriales a Londres.
Asimismo hubo encuentros entre delegaciones legislativas, se firmaron convenios educativos y de cooperación científica, se anunciaron inversiones y el establecimiento de nuevos vuelos entre ambos países. El Reino Unido también apoyó la aspiración de la Argentina a convertirse en miembro permanente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y se estableció un canal de trabajo conjunto ante la organización de cumbres internacionales de peso, como la del G-20 y la OMC, que tendrán lugar en la Argentina.
El objetivo de fondo, explican en ambos gobiernos, es el desarrollo de una agenda de trabajo compartida. "El comunicado conjunto de hace un año constituye un marco integral para la construcción de una agenda bilateral positiva y duradera. Definió un camino para conducirnos hacia una relación moderna que sea relevante para ambas sociedades y que, en la práctica, aporte beneficios concretos a los ciudadanos de nuestros países", dijo a LA NACION el embajador británico en la Argentina, Mark Kent, quien destacó los "avances" y el "trabajo conjunto en la mayoría de las áreas contempladas en el comunicado".
En el Gobierno, por su parte, destacaron la voluntad de "extender" la relación bilateral, así como la "clara" vocación de soberanía.