(http://www.laarena.com.ar) El joven nadador piquense Ignacio Portillo compitió el jueves en una prueba de 2000 metros de aguas abiertas en las Islas Malvinas, en la que logró el segundo puesto de la clasificación general. La competencia, denominada Desafío del Atlántico Sur, de la que participaron decenas de nadadores de todo el país, contó con el aval de la Fundación “No me olvides”, de Julio Aro, que apoya la búsqueda de la identidad de los soldados argentinos sepultados en Malvinas, en el Cementerio de Darwin.
El deportista piquense, para afrontar tan importante compromiso, contó el apoyo y el reconocimiento de la Asociación Veteranos de Malvinas Alberto Amesgaray, de General Pico, que el año anterior organizó -en forma conjunta con la Asociación Italiana de esta ciudad- una proyección benéfica en el Cine Teatro Pico del filme “Soldado Argentino”.
La competencia surgió a partir de experiencias recientes de otros nadadores, como la de María Inés Mato, quien en 2008 unió las dos islas por el estrecho San Carlos, y tiene por objeto crear conciencia sobre la importancia de las Islas, acercar a la gente y de esta manera “malvinizar” desde el deporte.
Medio centenar de personas volaron a principio de semana desde Río Gallegos a Malvinas para participar de la prueba, que en principio se iba a desarrollar entre hoy y mañana. Sin embargo, las adversas condiciones climáticas obligaron a adelantar la competencia, que se llevó a cabo durante la jornada del jueves.
El nadador piquense, que es entrenado por su padre, Martín Portillo, un conocido policía de esta ciudad, llegó a la prueba con un importante rodaje en competencias de aguas abiertas, de las que tomó parte durante los meses de verano con excelentes resultados.
Sin embargo, tener que nadar en las frías aguas del Atlántico Sur, con un condimento emotivo muy fuerte por la significancia que tiene este escenario, hizo para el piquense que esta fuera su carrera más especial.
Bajas temperaturas.
El joven nadador piquense contó que la mayor dificultad que tuvo la prueba, tal como lo preveía, fueron las bajas temperaturas de las aguas, que en mayor parte afectaron a sus brazos, dado que el traje de neoprene que usó no le cubría esa parte de su cuerpo.
“Fue una competencia completamente difícil, porque había mucho oleaje, con olas de hasta tres y cuatro metros de altura. Fue algo muy complicado el tema del frío porque yo en mi traje tengo los brazos expuestos, a diferencia de los demás competidores. Se terminó con un segundo puesto en la general de los 2000 metros y se disfrutó bastante, que era a lo que uno venía a buscar”, contó.
La prueba se desarrolló en la playa Surf Bay, Puerto Argentino (Stanley), donde entrenó los días previos al desafío para aclimatarse a una temperatura que fue mucho más baja a la de otras competencias.
Visita emotiva.
En los días previos a la competencia, el joven piquense recorrió distintos puntos de las Islas, y calificó como el momento más emotivo la visita al Cementerio de Darwin.
“La semana en Malvinas la comencé en Darwin con la visita al Cementerio, que es algo muy emotivo; es el lugar que más argentino se siente en toda la Isla. Fuimos los primeros en ver las nuevas placas por las personas que fueron reconocidas, aunque aún quedan soldados llamados como “Soldado argentino, solo conocido por Dios”.
“Arrancamos la semana con el lugar más importante en la Isla, después fuimos a nadar a Playa Azul, que es donde desembarcaron los ingleses y fue la primera probada al agua de las Islas. Después fuimos a Monte Longdon, un escenario final de la batalla donde se pueden encontrar las ruinas de la guerra y distintas cosas”, dijo.
Y agregó: “Después de eso empezamos a ir a nadar a una playa muy cerca de donde estoy alojado, y fue donde se terminó por realizar la competencia”.
“En cuanto a la población local, hay un 90 por ciento de la población que es abierta al pueblo argentino y es amigable. Además, los bomberos de las Islas, por ser yo el único bombero de la delegación, me dieron un pin del equipo de bomberos de ellos”, cerró.
El deportista piquense, para afrontar tan importante compromiso, contó el apoyo y el reconocimiento de la Asociación Veteranos de Malvinas Alberto Amesgaray, de General Pico, que el año anterior organizó -en forma conjunta con la Asociación Italiana de esta ciudad- una proyección benéfica en el Cine Teatro Pico del filme “Soldado Argentino”.
La competencia surgió a partir de experiencias recientes de otros nadadores, como la de María Inés Mato, quien en 2008 unió las dos islas por el estrecho San Carlos, y tiene por objeto crear conciencia sobre la importancia de las Islas, acercar a la gente y de esta manera “malvinizar” desde el deporte.
Medio centenar de personas volaron a principio de semana desde Río Gallegos a Malvinas para participar de la prueba, que en principio se iba a desarrollar entre hoy y mañana. Sin embargo, las adversas condiciones climáticas obligaron a adelantar la competencia, que se llevó a cabo durante la jornada del jueves.
El nadador piquense, que es entrenado por su padre, Martín Portillo, un conocido policía de esta ciudad, llegó a la prueba con un importante rodaje en competencias de aguas abiertas, de las que tomó parte durante los meses de verano con excelentes resultados.
Sin embargo, tener que nadar en las frías aguas del Atlántico Sur, con un condimento emotivo muy fuerte por la significancia que tiene este escenario, hizo para el piquense que esta fuera su carrera más especial.
Bajas temperaturas.
El joven nadador piquense contó que la mayor dificultad que tuvo la prueba, tal como lo preveía, fueron las bajas temperaturas de las aguas, que en mayor parte afectaron a sus brazos, dado que el traje de neoprene que usó no le cubría esa parte de su cuerpo.
“Fue una competencia completamente difícil, porque había mucho oleaje, con olas de hasta tres y cuatro metros de altura. Fue algo muy complicado el tema del frío porque yo en mi traje tengo los brazos expuestos, a diferencia de los demás competidores. Se terminó con un segundo puesto en la general de los 2000 metros y se disfrutó bastante, que era a lo que uno venía a buscar”, contó.
La prueba se desarrolló en la playa Surf Bay, Puerto Argentino (Stanley), donde entrenó los días previos al desafío para aclimatarse a una temperatura que fue mucho más baja a la de otras competencias.
Visita emotiva.
En los días previos a la competencia, el joven piquense recorrió distintos puntos de las Islas, y calificó como el momento más emotivo la visita al Cementerio de Darwin.
“La semana en Malvinas la comencé en Darwin con la visita al Cementerio, que es algo muy emotivo; es el lugar que más argentino se siente en toda la Isla. Fuimos los primeros en ver las nuevas placas por las personas que fueron reconocidas, aunque aún quedan soldados llamados como “Soldado argentino, solo conocido por Dios”.
“Arrancamos la semana con el lugar más importante en la Isla, después fuimos a nadar a Playa Azul, que es donde desembarcaron los ingleses y fue la primera probada al agua de las Islas. Después fuimos a Monte Longdon, un escenario final de la batalla donde se pueden encontrar las ruinas de la guerra y distintas cosas”, dijo.
Y agregó: “Después de eso empezamos a ir a nadar a una playa muy cerca de donde estoy alojado, y fue donde se terminó por realizar la competencia”.
“En cuanto a la población local, hay un 90 por ciento de la población que es abierta al pueblo argentino y es amigable. Además, los bomberos de las Islas, por ser yo el único bombero de la delegación, me dieron un pin del equipo de bomberos de ellos”, cerró.