Más de treinta años después de finalizada la guerra de las Malvinas, las tropas británicas continúan teniendo presencia militar allí, centradas en la RAF Mount Pleasant. Siendo como es un lugar tan aislado para el país, hacer que las personas y el equipo lleguen allí es difícil. Como territorio británico de ultramar, los habitantes de las islas confían en Gran Bretaña para garantizar su seguridad.
Los encargados de esta tarea crucial son las British Forces South Atlantic Islands (BFSAI), con más de 1.000 empleados de los tres servicios, que también protege a las Islas Georgia del Sur y Sandwich del Sur.
Después del final de la Guerra de las Malvinas en 1982, Gran Bretaña invirtió fuertemente en las defensas de las islas, incluida la construcción de un nuevo campo de aviación en la RAF Mount Pleasant, a 27 millas (43 km) al oeste de la capital, Stanley. La base entró en pleno funcionamiento en 1986 después de abrirse el año anterior. Allí están estacionados los cuatro aviones de combate Typhoon que proporcionan defensa aérea para las islas y los territorios circundantes. También hay un avión A400M y un avión Voyager, que se utilizan para cargas pesadas, transporte y reabastecimiento de combustible aire-aire. También, hasta abril de 2016, se utilizaron dos helicópteros Sea King para realizar misiones de transporte aéreo, búsqueda y rescate.
Sin embargo, posteriormente las tareas de transporte aéreo, búsqueda y rescate fueron llevadas a cabo por los helicópteros AW189. El Mount Pleasant Center es una base de tres servicios y, como tal, cuenta con personal de las tres fuerzas.
Por su parte el Ejército cuenta con la presencia de la Roulemont Infantry Company (Infantería) y la Resident Rapier Battery. También hay destacamentos de todos los demás cuerpos del ejército.
Asimismo, la contribución de la Royal Navy está compuesta por un buque RFA en el Atlántico Sur, un buque de patrulla permanentemente cerca de las islas, un papel que actualmente desempeña el HMS Forth; y el HMS Protector, un buque de patrulla (ice patrol) que se encuentra en una estación cerca de la Antártida durante la mitad del año, aunque no cae bajo el comando de BFSAI.
Por otro lado se especula que la Royal Navy también tiene submarinos nucleares de clase Trafalgar y Astute, armados con misiles de crucero Tomahawk, que podrían desplegarse en el área, aunque los detalles de estos despliegues están clasificados. Estos submarinos pueden alcanzar objetivos a una distancia de hasta 1.500 millas (2.400 km). Su capacidad quedó demostrada durante la Guerra de las Malvinas cuando el HMS Conqueror hundió al crucero argentino ARA General Belgrano.
También como parte del sistema de defensa de las islas se integra una fuerza de voluntarios a tiempo parcial, la Falkland Islands Defence Force o FIDF, una fuerza de infantería ligera.
El FIDF no está bajo el mando de BFSAI, ya que son una fuerza de defensa nacional. Sin embargo, la BFSAI apoya su capacitación cuando se le solicita. Esta unidad recibe su capacitación de los Royal Marines que han sido entrenados por la Royal Navy para operar el cañón Oerlikon de 20 mm y abordar embarcaciones sospechosas que estén realizando pesca ilegal en el área.
La relación con Argentina
El brigadier Nick Sawyer de las British Forces South Atlantic Islands habló de los desafíos de trabajar en las Malvinas y se refirió a las relaciones con Argentina.
«Siempre hemos compartido valores humanitarios con Argentina, incluso durante la guerra de 1982 hemos compartido valores humanitarios con el país», explicó el brigadier Sawyer «En 2017, cuando el submarino argentino San Juan desapareció durante una patrulla de rutina en el Atlántico, las BFSAI en las Malvinas ofrecieron apoyo en la operación de rescate», dijo Sawyer.
Asimismo agregó que «Argentina, el Reino Unido y las Islas Malvinas tienen la responsabilidad compartida de realizar tareas humanitarias de búsqueda y rescate en esta área y sus alrededores».
Asimismo se refirió a la lejanía, alegando que la misma «si bien es una ventaja establecida para realizar entrenamientos y ejercicios conjuntos, también es una de las desventajas. Estamos a 8.000 millas de distancia del Reino Unido», dijo el Comandante de BFSAI.
Situación que exige que las tropas estacionadas en las Malvinas sean casi completamente auto suficientes. Tienen su propia central eléctrica y planta de agua, así como su propia escuela y aeródromo.