"El Reino Unido todavía les debe a la Argentina y al mundo la información sobre cuántos kilotones transportó exactamente al Atlántico Sur en 1982 y cuál fue el destino que le dio a ese material nuclear", aseveró el canciller al exponer en nombre de la Argentina en la Conferencia de Desarme.
Según se informó oficialmente, Cafiero planteó que, "además de tratarse de una significativa cantidad, la mera presencia de esas armas implicó, no sólo para la Argentina sino para toda la región, un grave riesgo nuclear tanto en términos de contaminación radioactiva en el Atlántico Sur, como por las catastróficas consecuencias humanitarias asociadas al armamento nuclear".
En su exposición, el canciller argentino hizo referencia a documentos desclasificados recientemente en los Archivos Nacionales de Londres "que prueban que, durante el conflicto del Atlántico Sur de 1982, el Reino Unido envió a la región buques equipados con 31 armas nucleares, lo que representaba en ese entonces el 65 por ciento de su stock de bombas nucleares de profundidad".
Cafiero intervino en la reunión de la Oficina de Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas (UNODA, por sus siglas en inglés) que sesiona en Ginebra en paralelo a las reuniones anuales del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Allí, recordó que "el Reino Unido negó categóricamente poseer armas nucleares en la zona del conflicto del Atlántico Sur en el ámbito de Opanal (el Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe) y del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas".
"En nuestro caso existe una disputa de soberanía entre mi país y el Reino Unido sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes que debe ser resuelta de forma pacífica y negociada"
Sin embargo, tras la desclasificación de documentación, quedó probado lo contrario: "La Argentina repudia la falsedad de la información provista en su momento por el Reino Unido en dichos foros. Esa conducta es violatoria de la obligación de obrar de buena fe y demuestra la falta de garantías de transparencia acerca de la presencia de armas nucleares en el Atlántico Sur", postuló Santiago Cafiero en su discurso.
"En nuestro caso, y como ha sido reconocido por las Naciones Unidas en numerosas Resoluciones, existe una disputa de soberanía entre mi país y el Reino Unido sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes que debe ser resuelta de forma pacífica y negociada", aseguró Cafiero.
Además, remarcó que esa situación "se ve agravada por la presencia militar británica que contraviene la Resolución 41/11 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que reconoce la región del Atlántico Sur como zona de paz y cooperación".
Habló sobre los ensayos nucleares
En otro tramo de su ponencia, el canciller destacó los usos pacíficos de la energía nuclear y entonces recordó que la Argentina "mantiene un programa nuclear de más de siete décadas en las que ha demostrado con claridad su vocación pacífica y comprometida con el desarme y la no proliferación nuclear".
En ese punto, planteó que un ejemplo de esa voluntad es el rol asumido como Presidencia de la Décima Conferencia de Examen del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares, y deseó que ese encuentro "pueda realizarse prontamente y que sea una oportunidad para reafirmar su relevancia".
Finalmente, expresó que "es fundamental avanzar en pasos concretos para los que este foro adquiere singular relevancia, como lo es a través de la entrada en vigor del Tratado para la Prohibición Completa de Ensayos Nucleares y las negociaciones para arribar a un tratado sobre la producción de material fisionable".