Chile y UK antes de Malvinas
Nuevas revelaciones sobre Malvinas.
La BBC en español dio a conocer documentos de la Cancillería británica desclasificados. Un consejero de la embajada inglesa en Argentina recomendaba autorizar el pedido semanas antes del desembarco del 2 de abril. Una nueva desclasificación de documentos secretos de la Cancillería británica, revelada por el servicio mundial de la BBC en español, demuestra que el Reino Unido evaluó facilitar a la Argentina la instalación de un puerto naval en las islas Malvinas semanas antes del desembarco del 2 de abril. Los documentos también confirman la estrecha colaboración entre Gran Bretaña y Chile en los momentos previos a la guerra de Malvinas. Según los archivos del Foreign Office, en marzo de 1982 el gobierno de Londres evaluó proveerle a la Armada argentina un puerto naval en la costa de Malvinas. Así consta en un memorándum restringido enviado a Londres por David Joy, consejero de la embajada británica en Buenos Aires. El cable reservado fue recibido el 15 de marzo por Colin Bright, responsable de la sección Sudamérica del Foreign Office.
En el memorándum, Joy informaba el resultado de varias reuniones mantenidas con el consejero de la embajada de Chile en la Argentina, Raúl Schmidt. En esos contactos, el chileno le dijo a Joy que la Argentina quería disponer de un puerto "seguro", para reabastecimiento estratégico de la flota de mar, al sur de Puerto Belgrano. Según la tesis de Schmidt, la Argentina consideraba que el puerto de Ushuaia era vulnerable al espionaje chileno. "Creo que todos estamos de acuerdo en que el interés argentino en la seguridad del Atlántico Sur es parte de su interés por ganar la soberanía de las islas. Después de todo, si todo lo que ellos (por la dictadura de Leopoldo Fortunato Galtieri) quieren es una base naval, bien podríamos acomodarles", aconsejó Joy a sus superiores en el cable diplomático enviado desde Buenos Aires. El cable fue recibido el 15 de marzo
La difusión de los documentos, que también fueron reproducidos por el diario The Times, reactivó la hipótesis según la cual el gobierno de Margaret Thatcher nunca tuvo demasiado interés en las islas hasta que se produjo el desembarco, el 2 de abril de 1982. De hecho, la ocupación del archipiélago por las fuerzas armadas argentinas, en cuya acción fue muerto el capitán Pedro Giachino, produjo cambios y realineamientos en el gabinete de Margaret Thatcher. El entonces ministro de Relaciones Exteriores, Peter Carrington, presentó su renuncia tras reconocer que no había podido advertir las verdaderas intenciones de Galtieri y del resto de la junta.
Otras desclasificaciones, como la más reciente, de 3500 documentos internos del Archivo Nacional Británico que fueron divulgados en diciembre, probaron que la administración de Thatcher se enteró dos días antes –el 31 de marzo- de los planes argentinos de desembarcar en las islas.
Fuente:
Diario Tiempo Argentino 22/3/2013
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(latercera.com). EN ENTREVISTA concedida a este diario, el ministro de Defensa, refiriéndose a la versión de un ex oficial británico sobre la ayuda que Chile prestó a su país en la confrontación con Argentina en 1982, señaló que “creo que la inmensa mayoría de los chilenos no estamos orgullosos, para nada, de la actitud de la dictadura durante la Guerra de las Malvinas”.
Tal declaración es desafortunada, en la medida en que no era necesaria y desconoce los hechos históricos. En efecto, no es materia de sentirse orgulloso de la actuación de las autoridades del momento o del régimen de gobierno que existía entonces, sino que de comprender, como el propio ministro insinuó, las circunstancias históricas que se vivían y la necesidad de adoptar ciertas decisiones. El gobierno argentino de la época había desconocido el arbitraje internacional sobre la zona del Beagle, lo que provocó graves tensiones entre ambas naciones, que seguían latentes, y además el presidente en ejercicio del país transandino proclamó en la Plaza de Mayo que la invasión a las Malvinas era el comienzo de una actitud en la zona de influencia de éstas, lo que unánimemente se interpretó como una alusión a las posesiones insulares chilenas.
Chile ha entregado siempre su respaldo a Argentina en la reivindicación por Malvinas. Sin embargo, las circunstancias obligaron a actuar para proteger la integridad nacional y la tranquilidad de la población. Lo cierto es que las relaciones con dicha nación hoy son excelentes, de modo que ni siquiera era requerido un gesto como la manifestación que hizo el ministro, y muy probablemente están en ese nivel porque las razones de Chile para actuar ante hechos que no provocó son cabalmente comprendidas por el gobierno y la ciudadanía del país vecino.
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Carlos Ominami reacciona a dichos de ex canciller Errázuriz por papel de FFAA en conflicto de Malvinas
Publicado : 23 Agosto, 2014
“Me parece lamentable que un ex canciller del Régimen Militar insista en defender lo indefendible: la cooperación de Chile con Inglaterra, país que respondió de manera prepotente a la provocación de la dictadura argentina para tomar el control de las Malvinas”, así reaccionó el presidente ejecutivo de la Fundación Chile 21, Carlos Ominami, a los dichos vertidos por el ex Canciller Hernán Felipe Errázuriz, en la columna “En legítima defensa de Chile”, publicada por el diario El Mercurio.
En ese texto, Errázuriz criticó las opiniones del actual Ministro de Defensa, Jorge Burgos, y del presidente del centro de pensamiento progresista, Carlos Ominami, quienes plantearon el rechazo al papel que jugó nuestro país a través de la cooperación prestada a la Marina de Inglaterra.
“Está defendiendo lo indefendible, la colaboración prestada por las Fuerzas Armadas, y en especial la Fuerza Aérea, a la acción inglesa a propósito del conflicto en las Malvinas”, dijo Ominami. Agregó que si bien es enfático en rechazar las acciones de la entonces dictadura argentina, eso no puede llevar a justificar la colaboración que prestó nuestro país en dicho conflicto. Asimismo, recalcó que la acción inglesa fue un “acto colonial y prepotente, que no puede sino merecer el repudio de todos los latinoamericanos”.
Resaltó que el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) obliga a las partes a rechazar la intervención foránea como fue el caso protagonizado por Inglaterra. “Este tipo de actitudes son las que mantienen aprehensiones de nuestros vecinos respecto de la vocación latinoamericana y solidaria de nuestro país”, enfatizó.
Junto con valorar la opinión del titular de Defensa en torno al tema, Ominami sostuvo que las palabras de Hernán Felipe Errázuriz no representan el sentir del pueblo chileno.