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Todos de la mano de Francisco. El cobijo emocional y político que le ha dado a la presidente Cristina Kirchner el Papa argentino sigue generando reacciones de lo más curiosas entre las figuras del oficialismo, como la remeras partidarias que le llevó a Jorge Bergoglio la agrupación de La Cámpora, en una situación de lo más incómoda para el jefe del Vaticano.
Ahora, es la embajadora en Londres, Alicia Castro, quien haciendo uso de la figura papal organizó una misa en la catedral metropolitana de la ciudad de Armagh, en Irlanda del Norte, para el sábado 18 de octubre. Y obviamente, aunque no hace alusión directa al conflicto de soberanía con el Reino Unido por las Malvinas, éste figura desde el vamos en el cartón de invitación que hizo circular Castro.
Reza así: “Misa por las intenciones universales de su Santidad el Papa Francisco por la Paz y el Diálogo entre las Naciones, que celebrará su excelencia Reverendísima, el Arzobispo de Armagh, Eamon Martin”. Esta es la catedral anglicana, y hay otra católica que lleva el mismo nombre del santo de los irlandeses.
En la tarjeta, “Alice”, como la llaman a Castro en Londres y ahora en Buenos Aires, invita a que la acompañen “en sus plegarias”. Y asegura la presencia del viceprimer ministro principal de Irlanda del Norte, Martin McGuinness, una figura importante del díscolo Ulster, parte constituyente del Reino Unido. El llamado Ulster se desangró por décadas en los enfrentamientos entre católicos y protestantes, hasta que se pudo alcanzar la paz, en 1998. McGuinnes había sido líder del Ejército Republicano Irlandés (IRA), que mantuvo una sangrienta lucha por lograr un estado soberano e independiente del Reino Unido.
La misa que organizan el arzobispo Martin y la embajadora argentina está fijada para las 19 horas en la catedral de San Patricio.
A decir verdad, Castro se las ha ingeniado de lo más creativamente para moverse en la capital británica donde, junto a su hija Miranda,organiza actividades oficiales de arte, diseño, educación y, de vez en cuando, coloca el reclamo nacional por el archipiélago, donde puede. Por ejemplo, en el ámbito académico, o por fuera de los circuitos ligados directamente al Ejecutivo. En Gales, en Escocia y en Irlanda.
Además, el Papa argentino es profundamente malvinero, aunque desde que está al frente de la Iglesia Católica ha evitado pronunciar su pensamiento: de que las islas son argentinas. Cristina en su primer encuentro le pidió su mediación en el conflicto, pero hasta el momento no pasó nada: Francisco recibió a la reina británica, Isabel, y no pronunció ni una palabra sobre el asunto.
Para fines de octubre, Castro tenía organizada una visita de parlamentarios argentinos a Londres, entre los que estaban los presidentes de las Comisiones de Relaciones Exteriores de Senado y Diputados, Ruperto Godoy y Guillermo Carmona, entre otros del radicalismo y el GEN. Iban a viajar del 20 al 24 e intentar participar de la misa del 18 de octubre. Pero el parlamento británico les exigió que la comitiva fuera verdaderamente plural, con integrantes de todos los partidos y que fueran senadores y diputados. También que incluyera mujeres. El viaje se pospuso para noviembre.