(elsalvador.com) Por Mario González/ Enviado especial
25.mar.2016 | 19:38
Cuando se habla sobre las islas Falklands o Malvinas, la gente piensa en la guerra de 1982 o en gélidos desiertos donde parece el fin del mundo, más al sur del Continente. Pero más bien se trata de bellos y tranquilos miradores y zonas clave para la investigación científica y el turismo.
Sitios como Sea Lion, o la Isla de los Leones Marinos, son parajes con una diversidad de flora y fauna, en los que sobresalen los pingüinos y los leones y elefantes marinos, así como albatroces y otras aves. Por la confluencia de corrientes de los continentes en ese punto, abundantes cardúmenes recorren esas aguas.
Actualmente hay exploraciones en busca de petróleo y se prevé que desde 2020 habrá las primeras extracciones. El mismo suelo en algunas zonas está constituido de un material orgánico que es combustible, llamado “peat” o turba.
Nuevos vientos parecen soplar en esta región: las autoridades de las islas, que se definen como un “territorio británico en ultra mar”, lanzaron una rama de olivo al Gobierno de Argentina para volver a estrechar relaciones de cooperación mutua, tras una década de estancamiento. Argentina mantiene su reclamo sobre las islas como parte de su territorio, lo cual derivó en una guerra en 1982.
“Nuestras expectativas son altas con el nuevo gobierno argentino de Mauricio Macri. Con el gobierno de Carlos Menem fue más pragmático y más fácil. Estamos dispuestos a dialogar sobre los temas que beneficien a Argentina y a las islas”, dijeron Barry Elsby y Michael Poole, integrantes de la Asamblea Legislativa de las islas, de tan sólo 8 miembros.
De igual manera, los legisladores valoran fortalecer lazos con Latinoamérica y tratan de afianzarlos con Chile, Uruguay y Brasil.
Ellos han ponderado el reciente encuentro cordial entre el presidente Macri y el primer ministro británico David Cameron en Londres, el pasado enero.
El Gobernador Colin Roberts, quien representa al gobierno británico, dice que una señal importante sería restablecer los vuelos directos y permitir que las demás aerolíneas hagan lo propio.
Actualmente, sólo llega un vuelo semanal de LAN Chile al aeropuerto militar de Mount Pleasant.
Hace una década 30 mil ó 40 mil pasajeros llegaban periódicamente en vuelos charter.
La capital, Port Stanley, es una ciudad al estilo europeo, con iglesias, barrios y pequeñas oficinas públicas, pero sobre todo lejos del mundanal ruido y con temperaturas de 18 grados y vientos de hasta 50 kilómetros por hora que recuerdan los frentes fríos de octubre y noviembre en El Salvador de hace tres décadas.
No hay embotellamientos ni olas de homicidios y otros hechos delincuenciales, aunque de vez cuando capturan a un conductor ebrio o manejando a gran velocidad.
La gente prefiere los vehículos todoterreno. Generan su electricidad a partir de cumbustible y energía eólica (de los vientos).
Según el último censo, las islas tienen tres mil habitantes, con el 54 por ciento nacidos allí, el 27 por ciento de ascendencia británica, un 5 por ciento de ascendencia helénica (de la isla Santa Helena) y un 6 por ciento son chilenos.
En la capital hay varios hoteles, pubs (tavernas) y bares.
Los dos templos principales son la Catedral anglicana y la iglesia católica de Santa María.
Argentina no renuncia a su reclamo por las islas
El Diario de Hoy intentó en varias ocasiones obtener la posición de la Embajada de Argentina en relación con el llamado que se formula en este reportaje. Pese a las gestiones, no se pronunciaron.
Sin embargo, medios internacionales han publicado más recientemente que el pasado 5 de marzo la canciller Susana Malcorra declaró a una radioemisora argentina que el Gobierno hablará “con el Reino Unido de muchas otras cosas, sin ceder en lo que entendemos es un derecho” sobre las islas Malvinas/Falklands.
En un comunicado el pasado enero, el Gobierno argentino señaló que las islas fueron ocupadas en 1833 por fuerzas británicas que desalojaron a la población y a las autoridades argentinas.
Reiteró que “el objetivo permanente e irrenunciable de recuperar el ejercicio pleno de la soberanía sobre dichos territorios y espacios marítimos, de conformidad con los principios del derecho internacional y respetando el modo de vida de los habitantes de las Islas Malvinas. Este objetivo es una política de Estado y responde al anhelo de todo el pueblo argentino”.
El gobierno llamó al encuentro de una “solución pacífica de las controversias, el derecho internacional y el multilateralismo e invita al Reino Unido a reanudar las negociaciones con miras a resolver -a la mayor brevedad posible, y de manera justa y definitiva- la disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, a través del camino del diálogo, la paz y la diplomacia”.
25.mar.2016 | 19:38
Cuando se habla sobre las islas Falklands o Malvinas, la gente piensa en la guerra de 1982 o en gélidos desiertos donde parece el fin del mundo, más al sur del Continente. Pero más bien se trata de bellos y tranquilos miradores y zonas clave para la investigación científica y el turismo.
Sitios como Sea Lion, o la Isla de los Leones Marinos, son parajes con una diversidad de flora y fauna, en los que sobresalen los pingüinos y los leones y elefantes marinos, así como albatroces y otras aves. Por la confluencia de corrientes de los continentes en ese punto, abundantes cardúmenes recorren esas aguas.
Actualmente hay exploraciones en busca de petróleo y se prevé que desde 2020 habrá las primeras extracciones. El mismo suelo en algunas zonas está constituido de un material orgánico que es combustible, llamado “peat” o turba.
Nuevos vientos parecen soplar en esta región: las autoridades de las islas, que se definen como un “territorio británico en ultra mar”, lanzaron una rama de olivo al Gobierno de Argentina para volver a estrechar relaciones de cooperación mutua, tras una década de estancamiento. Argentina mantiene su reclamo sobre las islas como parte de su territorio, lo cual derivó en una guerra en 1982.
“Nuestras expectativas son altas con el nuevo gobierno argentino de Mauricio Macri. Con el gobierno de Carlos Menem fue más pragmático y más fácil. Estamos dispuestos a dialogar sobre los temas que beneficien a Argentina y a las islas”, dijeron Barry Elsby y Michael Poole, integrantes de la Asamblea Legislativa de las islas, de tan sólo 8 miembros.
De igual manera, los legisladores valoran fortalecer lazos con Latinoamérica y tratan de afianzarlos con Chile, Uruguay y Brasil.
Ellos han ponderado el reciente encuentro cordial entre el presidente Macri y el primer ministro británico David Cameron en Londres, el pasado enero.
El Gobernador Colin Roberts, quien representa al gobierno británico, dice que una señal importante sería restablecer los vuelos directos y permitir que las demás aerolíneas hagan lo propio.
Actualmente, sólo llega un vuelo semanal de LAN Chile al aeropuerto militar de Mount Pleasant.
Hace una década 30 mil ó 40 mil pasajeros llegaban periódicamente en vuelos charter.
La capital, Port Stanley, es una ciudad al estilo europeo, con iglesias, barrios y pequeñas oficinas públicas, pero sobre todo lejos del mundanal ruido y con temperaturas de 18 grados y vientos de hasta 50 kilómetros por hora que recuerdan los frentes fríos de octubre y noviembre en El Salvador de hace tres décadas.
No hay embotellamientos ni olas de homicidios y otros hechos delincuenciales, aunque de vez cuando capturan a un conductor ebrio o manejando a gran velocidad.
La gente prefiere los vehículos todoterreno. Generan su electricidad a partir de cumbustible y energía eólica (de los vientos).
Según el último censo, las islas tienen tres mil habitantes, con el 54 por ciento nacidos allí, el 27 por ciento de ascendencia británica, un 5 por ciento de ascendencia helénica (de la isla Santa Helena) y un 6 por ciento son chilenos.
En la capital hay varios hoteles, pubs (tavernas) y bares.
Los dos templos principales son la Catedral anglicana y la iglesia católica de Santa María.
Argentina no renuncia a su reclamo por las islas
El Diario de Hoy intentó en varias ocasiones obtener la posición de la Embajada de Argentina en relación con el llamado que se formula en este reportaje. Pese a las gestiones, no se pronunciaron.
Sin embargo, medios internacionales han publicado más recientemente que el pasado 5 de marzo la canciller Susana Malcorra declaró a una radioemisora argentina que el Gobierno hablará “con el Reino Unido de muchas otras cosas, sin ceder en lo que entendemos es un derecho” sobre las islas Malvinas/Falklands.
En un comunicado el pasado enero, el Gobierno argentino señaló que las islas fueron ocupadas en 1833 por fuerzas británicas que desalojaron a la población y a las autoridades argentinas.
Reiteró que “el objetivo permanente e irrenunciable de recuperar el ejercicio pleno de la soberanía sobre dichos territorios y espacios marítimos, de conformidad con los principios del derecho internacional y respetando el modo de vida de los habitantes de las Islas Malvinas. Este objetivo es una política de Estado y responde al anhelo de todo el pueblo argentino”.
El gobierno llamó al encuentro de una “solución pacífica de las controversias, el derecho internacional y el multilateralismo e invita al Reino Unido a reanudar las negociaciones con miras a resolver -a la mayor brevedad posible, y de manera justa y definitiva- la disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, a través del camino del diálogo, la paz y la diplomacia”.