“El canciller Guido Di Tella volverá a tener este año su espacio bajo los arbolitos de Navidad de Puerto Argentino. Los kelpers recibieron esta semana 600 libros -uno por familia- con cuentos infantiles del osito Winnie the Pooh, y una tarjeta de felicidades firmada por el ministro argentino de Relaciones Exteriores. Mi querido vecino: estas historias, llenas de calor, simplicidad e ingenio, escribió Di Tella, pueden ayudar a construir un sentido de familia entre nosotros.” (Clarín 14 de diciembre de 1998).
Este aire mal oliente del pasado, en el que un canciller argentino les hacía regalos navideños a los usurpadores de Malvinas, parece renovarse hoy con el gobierno del burro bailarín. Pero ahora el regalo es mucho más conveniente para las arcas de las compañías aéreas extranjeras y deja de lado una vez más la cuestión de soberanía argentina sobre aire, mar y tierra de aquella “hermanita perdida”: los vuelos a nuestras islas no podrán hacerse por Aerolíneas Argentinas, sino por las multinacionales LAN – TAM (LATAM). Vahos malolientes del pasado, podridos vendepatrias que sólo gobiernan para las minorías que representan y desprecian toda consigna de reivindicación nacional, esto es Macri. (RIN)
Los vuelos de las islas Malvinas al continente que se acordó anteayer en Gran Bretaña no podrán ser operados por Aerolíneas Argentinas, sino por una compañía aérea de Chile o Brasil.
Casualmente, el año pasado la empresa multinacional de capitales chilenos LAN, y la de capitales brasileaños, TAM, se fusionaron en LATAM: “No hay posibilidades legales y políticas hoy para que opere Aerolíneas Argentinas u otra empresa argentina en la ruta a las islas Malvinas”, detallaron sobre el acuerdo fuentes oficiales al diario La Nación.
Se acordó ampliar la frecuencia aérea a las Malvinas, aunque esos nuevos vuelos a Puerto Argentino sólo se harán por compañías registradas en los países vecinos, de las que dependerá el proceso de ofertas que tomará su tiempo.
El convenio legal y político surge del derecho argentino a volar libremente sobre su propio territorio sin la intervención de un tercer país.
Este aire mal oliente del pasado, en el que un canciller argentino les hacía regalos navideños a los usurpadores de Malvinas, parece renovarse hoy con el gobierno del burro bailarín. Pero ahora el regalo es mucho más conveniente para las arcas de las compañías aéreas extranjeras y deja de lado una vez más la cuestión de soberanía argentina sobre aire, mar y tierra de aquella “hermanita perdida”: los vuelos a nuestras islas no podrán hacerse por Aerolíneas Argentinas, sino por las multinacionales LAN – TAM (LATAM). Vahos malolientes del pasado, podridos vendepatrias que sólo gobiernan para las minorías que representan y desprecian toda consigna de reivindicación nacional, esto es Macri. (RIN)
Los vuelos de las islas Malvinas al continente que se acordó anteayer en Gran Bretaña no podrán ser operados por Aerolíneas Argentinas, sino por una compañía aérea de Chile o Brasil.
Casualmente, el año pasado la empresa multinacional de capitales chilenos LAN, y la de capitales brasileaños, TAM, se fusionaron en LATAM: “No hay posibilidades legales y políticas hoy para que opere Aerolíneas Argentinas u otra empresa argentina en la ruta a las islas Malvinas”, detallaron sobre el acuerdo fuentes oficiales al diario La Nación.
Se acordó ampliar la frecuencia aérea a las Malvinas, aunque esos nuevos vuelos a Puerto Argentino sólo se harán por compañías registradas en los países vecinos, de las que dependerá el proceso de ofertas que tomará su tiempo.
El convenio legal y político surge del derecho argentino a volar libremente sobre su propio territorio sin la intervención de un tercer país.